¿Sabías que vivimos con un huso horario que no nos corresponde? No es que en España seamos más bohemios por naturaleza (bueno, un poco sí), es que en 1940, Franco le hizo un guiño a Hitler… y no fue con una ceja, fue cambiando la hora de todo el país.
Sí, tal cual. Durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen de Franco decidió alinear el reloj español con el horario nazi alemán (UTC+1), en lugar del que nos tocaba por posición geográfica (UTC+0, como Portugal o Reino Unido). Todo muy simbólico, como diciendo: “Adolf, aquí estamos contigo, hasta en el reloj”.
¿Lo mejor? Nunca volvimos al horario lógico. Se acabó la guerra, cayó el Tercer Reich… y España siguió desayunando con el sol en la otra punta.
Resultado:
Comemos a las 3.
Cenamos a las 10.
Y si alguien propone madrugar, lo miramos como si fuera del Ku Klux Klan.
En verano, encima añadimos otra hora más con el horario de verano (UTC+2), y ahí ya directamente vivimos en el futuro, pero con cara de sueño y ojeras.
Se ha debatido muchas veces si deberíamos volver a nuestro horario natural. Pero claro, entre que lo piensan, lo votan, lo posponen y lo vuelven a pensar… ya es la hora de la siesta.
Así que la próxima vez que estés cenando a las 10 de la noche, acuérdate:
Todo empezó con un “guiñito” entre dictadores.
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