MONÓLOGO – "Firmware paleolítico con WiFi" by JSBC
Dicen que el cerebro humano es perfecto. ¿Perfecto? Bueno... es como decir que un coche que corre a doscientos pero frena tarde y gira mal es perfecto. No lo es. Es potente, sí. Es una máquina brutal. Pero también es una trampa con patas.
Por ejemplo, recuerda cosas que nunca pasaron, se inventa excusas para justificar decisiones absurdas, y lo peor… ¡se cree sus propias mentiras! Es como tener un político interno, pero sin elecciones.
Y a la vez, es capaz de amar, de componer música, de mirar las estrellas y preguntarse qué sentido tiene todo esto. Así que no será perfecto, pero aburrido no es.
Y aquí estamos, en pleno siglo veintiuno, con tecnología para curar, para hablar con alguien en la otra punta del planeta, para que una tostadora nos diga que ya está lista… Y aún seguimos con el firmware emocional del Paleolítico.
Seguimos reaccionando con el “nosotros contra ellos”, con el “si no piensas como yo, eres un peligro”, con el “esto es mío porque lo digo yo”.
Entonces, la pregunta es:
¿Estamos más cerca de autodestruirnos o de evolucionar?
Pues depende. Si usamos esta inteligencia para conectar, para entendernos, para cuidar… podemos dar un salto brutal como especie.
Pero si seguimos aplicando inteligencia artificial con mentalidad tribal, acabaremos teniendo drones con catapultas y apps para insultar con más precisión.
Estamos a medio camino entre el Homo sapiens y el Homo upgrade. Y aún no está claro si queremos actualizarnos… o seguir posponiéndolo hasta que la vida nos obligue con el próximo drama.
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